ODS DE ANDAR POR CASA

 

En un entorno social cada vez mas incendiario, complejo y violento. Donde siempre existen voces de disconformidad, críticas y acciones negativas. Donde siempre hay alguien que tiene algo que decir… y asiduamente para mal. Deseo hablar sobre la suerte que se puede tener al trabajar en un lugar donde el contenido del trabajo es interesante y adictivo, las compañeras y compañeros son excepcionales y cuyo clima laboral se aproxima a un concepto de confraternización, compañerismo, respeto y amistad que es muy difícil de ver hoy en día, no sólo en el trabajo, sino en la misma sociedad.

Trabajo en uno de los lugares donde la Junta de Castilla y León desarrolla sus políticas relacionadas con la Agenda 2030 y el establecimiento de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, en este caso relacionado con el impulso y el apoyo de la Administración Autonómica al sector privado. Con independencia del nivel de responsabilidad y competencia, de cada uno de nosotros, existe un clima de apoyo, incentivo y tan buena disposición que somos una verdadera maquinaria que intenta ser sensible con nuestro público objetivo, donde la efectividad, el trabajo bien hecho y la seriedad no impide que se trabaje en un clima distendido, divertido, amable y entrañable. Hace poco nos hemos incorporado unos compañeros, que hemos sustituido a otros y a otras. También ha habido jubilaciones y “amigos” que han marchado a otros destinos, siendo sustituidos por personas igual de fantásticas. Y nuestro lugar de trabajo sigue igual, reconfortando y haciendo que nos sintamos cómodos.

Cuando hablamos de Agenda 2030 y Objetivos de Desarrollo Sostenible nos referidos a grandes desarrollos políticos y presupuestarios, con importantes implicaciones en la sociedad y la economía; pero muchas veces todo puede empezar como un ligero soplo, un efecto mariposa, que puede incardinar todo un conglomerado de fortalezas y potencialidades que puedan trasladarse a distintos niveles de la Administración en la que trabajo. Quizás nuestro aporte sea pequeño, dentro de un edificio enorme, una Consejería enorme, y una Administración Autonómica con múltiples competencias, pero es indudable que somos ejemplo de honestidad, compañerismo, información simétrica, respeto, linealidad, mucho sentido de servicio público, etc. Y sí, trabajar con una sonrisa es un plus de mínima carga económica, que supone un tesoro a nivel moral.

Y hay que estar agradecido por ello.

Comentarios

  1. Tus palabras describen mis sensaciones. Al menos en algunos campos. Personalmente no trabajo con ningún proyecto concreto de la Agenda 2030, pero pienso como tú. :)

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